FRENTE A LA CRUZ | La gloria celestial hace que el sacrificio y la disciplina de la Cuaresma valgan la pena
¿Está siguiendo los Juegos Olímpicos?
Los medallistas olímpicos a menudo nos dicen que su éxito hace que sus sacrificios valgan la pena. A medida que entramos en la segunda semana de Cuaresma esta reflexión nos hace plantearnos una pregunta. La gloria del cielo no puede ser menor que la gloria de una medalla olímpica. ¿Qué sacrificios está dispuesto a hacer para llegar hasta allá?
Esta semana el profeta Ezequiel nos habla acerca de la conversación entre Dios e Israel, y esto puede guiar nuestra disciplina para la Cuaresma. Dios dice que, si alguien con una larga historia de pecado deja de pecar y se arrepiente, “Ninguno de los crímenes que ha cometido será recordado en su contra”. De la misma manera, si alguien con una larga historia de buenas obras se vuelve malvado, “Ninguna de sus obras virtuosas será recordada”.
Los israelitas dijeron, “¡Eso no es justo!”. Lo que ellos querían