SIRVAN AL SEÑOR CON ALEGRÍA | ¿De qué maneras demostramos que pertenecemos a Cristo?
La carta de san Pablo a los Efesios refleja un nuevo sentido de pertenencia a Cristo
Queridas hermanas y hermanos en Cristo:
La pregunta “¿Quiénes somos?” está muy influenciada por otra pregunta: “¿De quién somos?”
En muchos sentidos, nos identificamos con los equipos deportivos a los que apoyamos, o los carros que conducimos, o las marcas que usamos o el partido político que seguimos.
Pero estamos leyendo la carta de San Pablo a los Efesios esta semana, y él usa un lenguaje muy claro y rico para hablar sobre su cambio de sentido de quién es, y para animar a los efesios a reflexionar más profundamente sobre quiénes son. He aquí tres elementos clave de su mensaje.
En primer lugar, San Pablo señala: “Ustedes estaban muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo”. En resumen, los efesios pertenecieron una vez a una cultura de la muerte. Pero Dios, dice, “nos dio vida con Cristo… nos ha resucitado y con él nos ha reservado un sitio en el cielo.” San Pablo, y los efesios, ahora pertenecen a Cristo y a la cultura de la vida que Él está creando.
En segundo lugar, San Pablo utiliza un rico lenguaje trinitario para describir esta nueva pertenencia. Por ejemplo, dice: “[Cristo] Vino para anunciar la buena nueva de la paz… Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de un mismo Espíritu.”. Y luego dice: “Me arrodillo ante el Padre… les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones.”. No solemos pensar en pertenecer a la trinidad. ¡Deberíamos! Pertenecer a una comunidad divina tiene implicaciones para la construcción de la comunidad humana.
En tercer lugar, San Pablo habla de que nos convirtamos en “una nueva persona” y “un solo Cuerpo” en Cristo. Nos convertimos en uno con Cristo en la fe de la misma manera que el esposo y la esposa se vuelven uno con el otro en el matrimonio. ¡Ese es un sentido bastante profundo de nueva pertenencia!
A la luz de estos tres puntos de San Pablo, hago las siguientes preguntas: 1) ¿De quién eres tú? 2) ¿Cómo influye ese sentido de pertenencia en tus acciones cotidianas? 3) Vestimos fácilmente los colores de nuestros equipos deportivos o colocamos letreros en el jardín que declaran nuestra lealtad política. ¿De qué maneras demostramos que pertenecemos a Cristo?
Esta semana celebramos la fiesta de San Juan Pablo II (22 de octubre). Su lema papal era “Totus Tuus”, totalmente tuyo. Se refería a su profunda consagración a María. ¡Allí estaba un hombre con un agudo sentido de quién era! Ese sentido de pertenencia fue una parte importante de su capacidad para dar forma a la cultura de su tiempo. Si cultivamos nuestro propio sentido de pertenencia a Cristo, ¡también podría profundizar nuestra capacidad para moldear la cultura de nuestro tiempo!
Esta semana en el Oficio de Lecturas, leímos la historia de la reina Ester. Sabía a quién pertenecía: ¡al pueblo de Dios! Y en un momento crucial para su pueblo, se volvió a Dios con la oración y el ayuno. Quizás, en un momento crucial para nuestra nación, podríamos hacer lo mismo.